Educar a los niños de forma productiva, intentado sacar el potencial que tienen basándonos en la estimulación y el respeto ¡Es posible! Hoy te contamos todo sobre el método Montessori, para que puedas aplicarlo en tu hogar con los niños.
Fue ideado y aplicado por la italiana María Montessori a principios del siglo XX. Se trata de poner énfasis en las actividades que realizan los niños con una importancia en la observación del profesor para que pueda sacar conclusiones y en base al progreso, adaptar el entorno para que el niño aprenda y pueda liberar su potencial, siempre teniendo en cuenta su nivel de desarrollo.
Los niños necesitan tiempos diferentes de aprendizaje, muchas veces entre compañeros de escuela hay quienes aprenden materias más rápido o más lento que otros. Con este método se ve en dónde tiene potencial el niño y se especializa el material de trabajo para que lo mejore, ayudándolo a conseguir un desarrollo integral, en varios aspectos de su vida.
Puedes crear un lugar de trabajo y aprendizaje en tu hogar teniendo en cuenta estos consejos;
El lugar de aprendizaje también es importante a la hora de aplicar este método. Desde pequeños puedes crear una habitación que estimule su creatividad intentando no cometer el error de amueblar demasiado el espacio.
Ten presente que debe contar con una buena iluminación, tanto natural para que entre la luz del día, como artificial para las noches.
Anímate a preguntarle los colores que le gustaría tenga ese espacio en particular e intenta que los tejidos que se encuentran en ese lugar sean suaves.
Por último, el orden también será fundamental, les ayudará a concentrarse y les dará una pauta de cómo debe estar siempre ese lugar.
Para los más pequeños todo se trata siempre de un juego, los estimula y aprenden en base a cada experiencia que tienen ¡Debemos fomentar esta parte creativa en ellos para que con el paso del tiempo no la pierdan!
Puedes dejarlos que se expresen y se sientan libres de hacerlo sin miedo a represalias, siempre teniendo en cuenta el respecto y sus buenas intenciones. Si notamos que se sienten aburridos o fastidiados, podemos simplemente preguntarles qué les gustaría hacer sin presionarlos ni forzarlos.
Muchas de las cosas que conocen los niños en sus primeros años de vida, tienen que ver con los objetos que los rodean. Intenta que los cuentos tengan como protagonistas personitas como ellos con objetos conocidos por ellos, evitando de esta manera que sean tan fantasiosos.
Puedes estimularlos presentándoles situaciones y preguntándoles cómo resolverían ellos ciertas cuestiones o problemas que tienen los protagonistas, ¿Qué harían de diferente?
¿Qué te parece el método? ¿Crees que puedes aplicarlo en tu hogar?
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