¿Quién diría que Merlettin extrañaría la escuela?
Luego de estar varios días en su casa ya no sabía qué hacer para no aburrirse: Probó andar en bicicleta, pero el espacio era muy pequeño y de tantas vueltas terminó con mareos. Probó jugar con una pelota, pero casi termina rompiendo el jarrón favorito de su mamá. Probó mirar una película, pero ya se sabía de memoria hasta los diálogos de los personajes… ¿Qué podía hacer?
Luego de pensar y pensar, llegó a la conclusión de que en realidad extrañaba a sus amigos ¡Ellos debían estar pasando por la misma situación! En la escuela jugaban juntos en los recreos, se ayudaban con las tareas y se visitaban con frecuencia para hacer torneos de Fútbol. Pero ahora no podían. Una vez que finalizó todos sus deberes, salió al patio de su hogar a pensar.